El arte de hacer política y de gobernar
«Teníamos que hacer una quita de 70 mil millones de dólares... ¿Yo lo iba a poner a Kunkel al frente del Banco Central?», dijo alguna vez Néstor Kirchner en 6-7-8, después de haber cumplido su mandato de presidente. En esta pequeña anécdota está sintetizado el arte de hacer política y de gobernar, aunque a primera vista no lo parezca. Hay que saber leer estas señales, porque acá está la diferencia entre la responsabilidad y la miseria de un político. Néstor era pura responsabilidad, inteligencia, irreverencia y coraje. Un grande de verdad.
Además de esta síntesis de la política que proponemos, esto es un mensaje para aquellos sabiondos que no saben hacer otra cosa que señalar contradicciones en el gobierno. Habría que repreguntarles: «¿Y ustedes qué harían? ¿Pondrían a Redrado al frente del Banco Central, sabiendo que es lo que hay que hacer en ese momento para asegurar la estabilidad económica, o cometerían un error a pagarse por todo el pueblo sólo por vanidad, por no correr el riesgo de incurrir en una contradicción ideológica aparente?». La política es contingencia, diría Maquiavelo, fundador de la política moderna (más allá de los prejuicios suscitados por la sola mención de su nombre) y las contingencias no se las enfrenta con ortodoxia sino todo lo contrario: a cada situación emergente es preciso tener inteligencia y actuar según requiera la ocasión. Esto es política, todo lo demás es retórica.
Además de esta síntesis de la política que proponemos, esto es un mensaje para aquellos sabiondos que no saben hacer otra cosa que señalar contradicciones en el gobierno. Habría que repreguntarles: «¿Y ustedes qué harían? ¿Pondrían a Redrado al frente del Banco Central, sabiendo que es lo que hay que hacer en ese momento para asegurar la estabilidad económica, o cometerían un error a pagarse por todo el pueblo sólo por vanidad, por no correr el riesgo de incurrir en una contradicción ideológica aparente?». La política es contingencia, diría Maquiavelo, fundador de la política moderna (más allá de los prejuicios suscitados por la sola mención de su nombre) y las contingencias no se las enfrenta con ortodoxia sino todo lo contrario: a cada situación emergente es preciso tener inteligencia y actuar según requiera la ocasión. Esto es política, todo lo demás es retórica.
Antes que nos acusen de pragmáticos y hasta de cínicos, recuerden que las malas decisiones políticas suelen pagarse con hambre, con caos y a veces con guerra. Esto es lo que hay que evitar. Un país no es un kiosco y hay que atender a las necesidades de un pueblo mucho más allá de los gustos y caprichos personales que pueda tener cada uno. Carlos Kunkel es un compañero leal y querido por muchos, en la misma medida en que Martín Redrado es una rata y un agente de la derecha; pero la situación en ese momento pedía Redrado, no Kunkel. Sólo un grande como Néstor Kirchner podía ser capaz de entenderlo y de hacer lo debido. Lo hizo, la quita se realizó sin mayores problemas y la economía de nuestra Patria siguió creciendo hacia la independencia que tanto anhelamos.
Gracias, camarada Néstor Kirchner. Cuidaremos a Cristina y al Proyecto Nacional y Popular que supiste lograr y dejarnos en herencia. Estás insoportablemente vivo en el pueblo. ¡Ni un paso atrás!
Gracias, camarada Néstor Kirchner. Cuidaremos a Cristina y al Proyecto Nacional y Popular que supiste lograr y dejarnos en herencia. Estás insoportablemente vivo en el pueblo. ¡Ni un paso atrás!
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