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Salvando enormes distancias


Salvando enormes distancias, hay ciertos paralelismos entre todos los regímenes sangrientos y corruptos de la historia y la actualidad argentina que nos obligan a mantenernos alerta.

El 23 de junio de 1935, el Schalke 04 derrotaba al VfB Sttutgart por 6 goles a 4, con lo que se coronaba bicampeón de la liga de fútbol de la Alemania nazi. Esto configuraba un dominio absoluto del Schalke 04 sobre los demás equipos de la liga, un síntoma de la falta de democracia que oprimía a los alemanes de entonces. En nuestro país pasan cosas que, salvando enormes distancias, hacen saltar todas las alarmas: en la temporada 2005/2006, Boca Juniors se alzó con los torneos Apertura y Clausura, coronándose bicampeón al igual que aquel Schalke 04 de Hitler. De esto se deduce con facilidad que en nuestro país estamos cerca de la implementación de un régimen nazi, fascista, comunista y totalitario.

En 1928, José Stalin (el feroz dictador georgiano) lanza un Plan Quinquenal, el primero, que incluía la colectivización de las tierras y desarrollar industria pesada sin ayuda de los países extranjeros. Típico proyecto de un nazis totalitarios como Stalin. Salvando enormes distancias, el Plan Quinquenal de obras lanzado por el ministro De Vido es parte de un claro intento del gobierno de llevar el comunismo y el fascismo al campo y desarrollar la industria pesada sin ayuda extranjera, con el único propósito de justificar el cepo al dólar.


El 27 de febrero de 1933 se produjo un incendio en el Reichstag de Berlín. Esto le permitió a Hitler suspender las libertades individuales, de expresión, prensa, asociación, reunión y comunicaciones, con lo que se vio autorizado a realizar allanamientos de domicilios, detención de personas y a confiscar bienes privados. Salvando enormes distancias, el incendio en la destilería de YPF en Ensenada/La Plata fue claramente un intento del kirchnerismo nazi, fascista, comunista y totalitario por construir un escenario parecido para poder aplicar los mismos métodos y, posteriormente, invadir Chile, tal y como hizo la Alemania nazi con Polonia. Si la prensa independiente no lo hubiera denunciado, seguro que lo lograban.

Salvando, como decíamos, las enormes distancias, los argentinos deberíamos reparar en los rasgos autoritarios que, cada vez con mayor frecuencia, pone de manifiesto el gobierno, y cobrar conciencia de que es imposible prever cómo puede terminar un proceso que comienza cercenando las libertades y la independencia de los tres poderes del Estado, al tiempo que distorsiona los valores esenciales de la República y promueve enfrentamientos dentro de la sociedad. Si mañana somos Venezuela, Cuba o Corea del Norte, no será por falta de aviso.
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